domingo, 28 de octubre de 2012

De tus ojos al papel


            Sigue llorando, querida mía, sigue llorando. Sigue llorando, por que si cesa por un segundo el manantial de tus ojos me extinguiré y ya no podré consolarte, no podré demostrar el dolor que me provoca la razón que te hace llorar, no podrá el mundo saber que estás llorando.
            No te diré que debes ser feliz, no te diré que el sufrimiento pasará, no te diré nada que te regale la alegría por mucho que lo desee, por mucho que desee no verte llorar. Pero si tú no lloras, no podré acariciar tus mejillas ni sentir el roce de tu piel, no podré sentir los que tú sientes, no podré arrullarte en silencio.
            Te haré borrar la tinta de tus cartas y silenciar tus deseos entre lamentos, y tú no lo sabrás jamás, querida mía, no lo sabrás jamás.
            No dejes nunca de llorar, pues como lágrima tuya, no tengo otra opción que amarte mientras lloras. 

1 comentario:

  1. me encanta tu forma de escribir atraes mucho a el lector, por lo menos eso me pasa con tus escritos me envuelven dentro de las palabras :D.

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